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miércoles, 30 de julio de 2008




A dónde ir
si no tengo a dónde,
si alguna vez
tuve un lugar en la tierra
y lo perdí para siempre.

Mi rencor,
como una luna
cortada en dos
por una cimitarra
perfecta,
se reparte equitativo
entre los que me lo robaron
y yo misma
por haberlo consentido.

(El que no sabe defender
lo que es suyo
no debería haber nacido.)


Almudena Guzmán
El príncipe rojo